Paz Entre Los Animales
Audio Type:
story
Language:
Transliterated Title:
Paz Entre Los Animales
English Title:
Peace Between Animals
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Duration:
4:29
Transcript:
Paz Entre Los Animales
Una mañana soleada de verano, un gallo colorido salió a dar un paseo por el campo. Hacía poco que el dueño de esa tierra había sembrado, así que sabía con seguridad que allí encontraría semillas y con suerte algún pequeño gusano que llevarse al pico.
Andaba distraído escarbando por aquí y por allá cuando vio que una zorra surgía cuidadosamente de entre los arbustos que rodeaban la finca.
– ¡Uy, esa zorra viene a por mí! ¡Tengo que ponerme a salvo!
El gallito colorido miró rápidamente a su alrededor y miro el único árbol a pocos metros de donde estaba. Sin tiempo para pensar en un mejor plan, echó una carrera sin parar de aletear y se subió a una rama alta.
Unos segundos después la zorra llegó jadeando hasta el tronco, miró hacia arriba y le gritó:
– ¡Hola, amigo gallo! ¿Por qué has huido de mí? No entiendo qué haces encima de ese árbol… ¿Es porque me tienes miedo?
El gallo, temblando como una gelatina, le contestó:
– Pues sí… ¡Para serte franco, tu presencia me causa pánico!
La zorra muy inteligente, quería que el gallo bajara para comérselo, puso cara de buena y empezó a mentir.
– Vaya, pues no sé por qué me temes ¿Acaso no te has enterado de que en esta zona hay una nueva ley?
El gallo puso cara de sorpresa y sintió curiosidad. Sin moverse ni un pelo de la rama, le preguntó:
– ¿De qué nueva ley estás hablando?
La zorra, muy ladina, continuó con su pantomima.
– ¡Ay, ¡qué poco informado estás!… Esta semana se ha publicado una nueva ley que nos obliga a todos los animales y humanos a vivir en paz ¡Tenemos absolutamente prohibido hacernos daño los unos a los otros!
El gallo la miró fijamente a los ojos y no sintió buenas vibras. Algo en su interior le decía que no le creyera en lo más mínimo de esa zorra de pelaje rojizo y hocico puntiagudo además muy buena actriz.
– ¡Eres una mentirosa! ¡Tú lo que quieres es comerme!
La zorra se esforzó aún más en parecer convincente.
– ¡Te juro que no te estoy mintiendo! Por lo que veo es una ley que todo el mundo conoce menos tú… ¡Baja y te explicaré con calma todos los detalles!
El gallo empezaba a dudar ¿Y si no estaba actuando y decía la verdad?…
La zorra iba a abrir la boca para continuar su cuento cuando de repente escuchó un ruido a sus espaldas. Se dio una vuelta y descubrió con espanto que eran dos cazadores armados hasta las cejas.
– ¡Oh, no, estoy en peligro!… ¡Yo me voy!
La zorra echó a correr como alma que lleva el diablo y el gallo desde arriba le gritó:
– ¡Eey, amiga!… ¿Por qué huyes? ¿No decías que todo el mundo conoce la nueva ley de paz entre hombres y animales? Si es así esos hombres no van a hacerte daño y no tienes nada que temer.
La zorra, en pleno escape, grito:
– Ya, ya, pero cabe la posibilidad de que los cazadores tampoco se hayan enterado de que esa ley existe ¡Adiós y hasta nunca!
La zorra había querido engañar vilmente al gallo colorido, pero le salió mal la jugada y quedó al descubierto que había mentido. El gallo permaneció un ratito más en la rama del árbol, y cuando todo volvió a la calma, regresó tranquilamente al campo en busca de una deliciosa lombriz para saciar su apetito.