La Liebre y la Tortuga
Audio Type:
story
Language:
English Title:
The Tortoise & the Hare
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Duration:
6:55
Transcript:
Bienvenido al servicio Dial-A-Story de la biblioteca pública del condado de Merced. Hoy vas a escuchar la fábula de La Liebre y la Tortuga.
Como todo mundo lo sabe, las liebres son veloces, van de un lugar a otro generalmente saltado, brincando o rebotando. Y por supuesto que lo hacen muy bien.
Y como todo el mundo también lo sabe, las tortugas no son veloces. De hecho, ellas se desplazan lentamente de un lado a otro. Y esa es simplemente su forma de ser. Así que lo hacen muy bien.
Había una vez una liebre a la cual le gustaba presumir lo veloz que era. De hecho, con todos los animales que habitaban en el bosque quería jugar a las carreras para así poder presumirles lo veloz que era. Algunos animales aceptaban sus retos, y efectivamente, la liebre era muy rápida y siempre ganaba.
Un buen día, la liebre se encontraba cantando, “yo soy el animal mas veloz del bosque, no hay nadie más rápido que yo, yo soy el campeón”.
La tortuga estaba presente entre los animales y dijo, “liebre, te reto a una carrera.”
“Ja, ja, ja, tu, ¿me estas retando a mí? Ja, ja, ja, eso sí que es muy gracioso.” Y mientras reía les decía a los otros animales. “¡Tortuga, pero si todos sabemos que tú eres la más lenta de todos nosotros!”
La tortuga respondió, “Compitamos en la carrera entonces, acepta mi reto”
La libre dijo, “bueno, pues hoy es un día perfecto para una carrera. Saldremos de aquí, iremos hasta la cima de la colina. El que llegue primero al gran roble será el campeón.”
Todos los animales estaban asombradísimos preguntándose porque la tortuga había retado a la liebre. Por supuesto que todos estaban ya cansados de escuchar a la liebre así que decidieron apoyar a la tortuga. Y todos los animales ayudaron a iniciar la carrera diciendo, “en sus marcas, listos, ¡fuera!”
La liebre salió velozmente y pronto no se veía ni el polvo. La tortuga, en cambio, salió a paso de tortuga. “Yo soy lenta pero segura, aquí voy…”
Mientras la tortuga apenas cruzaba la pradera, la liebre ya había recorrido la pradera y estaba a la falda de la colina. “Uf! Que bueno soy para correr y saltar. Esa tortuga ni se ve por ningún lado. Creo que voy a comerme una zanahoria silvestre. También tengo tiempo de echarme una siestecita. Esa tortuga llegara a la meta hasta mañana, je, je, je.”
La liebre se quedó profundamente dormida. Mientras tanto, la tortuga seguía recorriendo el camino lentamente. Cruzo la pradera, y llego hasta la falda de la colina. “Soy lenta pero segura, soy lenta pero segura,” se repetía una y otra vez mientras avanzaba hacia la meta. “Ya me falta poco.”
La tortuga continúo avanzando, los animales estaban incrédulos al ver que la tortuga se acercaba a la meta mientras que no se veía a la liebre por ningún lado. Todos comenzaron a echarle porras a la tortuga. “¡Tú puedes, tortuga!” “Ya casi lo logras!” “Adelante amiga!”
Con tanto escándalo, la liebre se despertó. “¿He, que, ¿quién? Que está pasando”. Se desamodorró inmediatamente y se echo a correr tan rápido como pudo. Sin embargo, la tortuga llego primero.
Todos los animales celebraron el gran triunfo de la tortuga, y con ello, el fin de los constantes comentarios cansones de la liebre. Pues esta carrera había demostrado, que, aunque veloz, no era la mejor, pues el éxito se alcanza con constancia y paciencia.
Esperamos que hayas disfrutado de este cuento que fue adaptado y narrado por Olga Castañeda. Márcanos nuevamente la próxima semana para escuchar una nueva y excitante narración.