Las Ranas Que Querian Rey

Había una vez unas ranas que vivían juntas en perfecta seguridad en un hermoso lago. Formaban una gran compañía y estaban muy cómodos, pero llegaron a pensar que podrían ser aún más felices si tuvieran un rey que los gobernara. Entonces enviaron a Julio, una tortuga sabía que tenía magia, para buscarles un Rey. Julio se río de su locura, porque sabía que estaban mejor así; pero él les dijo: “Bueno, aquí hay un rey para ustedes”, y arrojó al agua un gran tronco. Cayó con tal salpicadura que las ranas se aterrorizaron y se escondieron en el lodo profundo bajo el agua. Poco a poco, uno más valiente que el resto se asomó para mirar al Rey y vio el Tronco, que estaba en silencio sobre la agua. Pronto, uno tras otros todos salieron de sus escondites y se aventuraron a mirar a su gran Rey. Como el Tronco no se movía, nadaron alrededor de él, manteniéndose a una distancia segura, y finalmente uno por uno saltó sobre él. “Esto no es un Rey”, dijo una sabia Rana vieja; No es más que un tronco de un árbol. Nuevamente enviaron a Julio, y le rogaron que les diera un Rey que pudiera gobernarlos. A Julio no le gustó que las ranas lo molestaran nuevamente, y esta vez les envió una cigüeña, diciendo: “Ahora tendrás a alguien que te gobierne”. Cuando vieron a la Cigüeña caminando solemnemente hacia el lago, estaban encantados. "¡sí!" dijeron, “¡mira qué grandioso se ve! ¡Cómo camina! ¡Cómo echa la cabeza hacia atrás! Este sí que es un rey.”, y fueron gozosos a recibirlo. A medida que su nuevo Rey se acercaba, se detuvo, estiró su largo cuello, y al ver las ranas se las quería comer de un bocado. La cigüeña empezó a correr de tras de ellas para comerse la. "¿Qué es esto?" gritaron las ranas, y comenzaron a correr aterrorizadas. Pero la cigüeña con sus largas patas los siguió fácilmente hasta el agua y siguió atrás de ellas. Las ranas le gritaron a Julio que las ayudara. Julio se apareció y al ver las ranas llorando con miedo, mando al la cigüeña lejos de ellas. Julio les dijo, pobres ranas, ahora entiende que su vida si rey seria mejor. Las ranas estaban muy felices de que el rey cigüeña ya no estaba, y ellas podrían seguir libres y feliz sin rey.