El caballero sin armodura
Audio Type:
story
Language:
Transliterated Title:
El caballero sin armadura
English Title:
The Knight Without Armor
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Duration:
3:33
Transcript:
El caballero sin armadura
Había una vez un caballero que quería recorrer el mundo en busca de fama, fortuna y, sobre todo, aventuras. Así que tomo su caballo, sus armas y se puso en marcha.
-¿Qué pasa con la armadura? -le preguntó su mejor amigo-. ¿No pretenderás luchar una batalla? ¿Qué clase de caballero eres si no llevas armadura?
-El verdadero caballero no es una armadura, es una actitud -dijo firmemente el caballero-. Mi corazón, mi valor y mi experiencia serán mis verdaderas señas de identidad.
El amigo no daba crédito a lo que oía, y le dijo:
-De nada te servirá ser muy valeroso y noble si no llevas una armadura que te ayude a detener los golpes.
-Te demostraré cuán equivocado estás -dijo el caballero.
- Buena suerte!-le dijo el amigo-..
El caballero se puso en camino y, durante varias semanas, se dedicó a salvar niños, ayudar a personas mayores salir de apuros y a hablar por los más débiles para defender sus derechos.
La buena fama del caballero sin armadura empezó a correr y llegó a oídos del rey. Este le mandó llamar.
“Tráiganme a este caballero! Debo conocerlo”-
Cuando llegó a su presencia, el rey dijo:
-“Necesito un caballero valiente y honrado que asuste a un dragón que molesta mi castillo. Si lo consigues, te daré lo que quieras.”
El caballero aceptó, tomo su caballo y se puso en camino armado, pero solo de valor. Cuando llegó a la cueva del dragón descubrió que el dragón no era malvado. Hablaron acerca de lo que la misión que le dio el Rey. El caballero le dijo que hablaría en su favor para que pudiera quedarse en su cueva, si el prometía ser cuidadoso y respetar a la gente.
El dragón aceptó. Pero cuando el caballero hiba saliendo de la cueva, unos muchachos según muy valientes pero arrogantes, empezaron a gritar desde lo alto de una colina:
-¡Vete, dragón, no te queremos aquí!
El caballero le dijo al dragón:
-No te preocupes. Hablaré con el rey y todo este malentendido se arreglará.
Pero justo en ese momento los muchachos empezaron a tirar piedras hacia el dragón. Por tan mala suerte le dieron al caballero en la cabeza. Este se desplomó, inconsciente por el golpe.
El dragón llevó al caballero cerca de un camino para que lo encontraran y lo llevaran al castillo. Allí pudieron sanar su golpe.
Cuando el caballero contó lo que había pasado, su plática con el dragón y el trato que estos muchachos habían dado. En respuesta el rey le dijo:
-Entonces solo falta saber qué quieres a cambio de tu ayuda.
-Creo que una armadura y, sobre todo, un casco, no me vendrían nada mal -dijo el caballero.
El rey se lo dio, además de una jugosa recompensa.
El caballero se marchó, con su armadura puesta, lista para cualquier ocasión lo mereciera.
Y así, el caballero sin armadura, descubrió que ser un caballero de corazón no está reñido con vestir la armadura apropiada en el momento apropiado.