La Serpiente Blanca
Audio Type:
story
Language:
Transliterated Title:
La Serpiente Blanca
English Title:
The White Snake
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Duration:
8:07
Transcript:
La Serpiente Blanca
Hace mucho tiempo, vivía un rey que era conocido por su sabiduría. Nada se le ocultaba y parecía como si los secretos se los traerían por el aire.
Él tenía la costumbre, después de la cena, cuando la mesa fuera recogida, y nadie mas estaba presente, un sirviente de confianza le traía un último platillo. El platillo estaba cubierto con un mantel, y el Rey se esperaba hasta que todos se fueran para comer de él.
Esto continuo por mucho tiempo, hasta que un día al sirviente joven de confianza le llego mucha curiosidad que se llevó cargando el platillo hasta su habitación. Cuando el seguro estaba puesto en la puerta, el levanto el mantel y vio una serpiente blanca encima del platillo. El no pudo negarse el placer de probarla, entonces corto un pedazo y se lo comió. No más rápido que se puso el pedazo en la boca que escucho unas extrañas pequeñas voces susurrando fuera de su ventana. El fue y escucho, dándose cuenta que todos los pájaros estaban charlando juntos sobro todo tipo de cosas que habían visto en el bosque. Consumiendo la serpiente le había dado el poder de entender el lenguaje de los animales.
Ahora, paso que en ese día a la reina se le había perdido su más hermoso anillo y el sospechoso principal era el mismo sirviente de confianza, quien tenia permiso de andar por donde sea en el palacio. El rey ordeno que le trajeran a este muchacho y que lo ejecutaran por ser un ladrón. El sirviente declaro que era inocente, pero nadie le creyó.
Entre sus problemas y miedo, el sirviente joven fue a la laguna y pensó como podía salir de sus problemas. Ahora, los patos de la laguna estaban sentados juntitos, y mientras limpiaban sus plumas ellos tuvieron una conversación.
El sirviente estuvo parado cerca y escucho todo. Los patos se contaban unos a otros sobre toda la buena comida habían encontrado. Pero uno de los patos dijo en un tono triste, “Algo pesado tengo en mi estómago. Cuando estaba comiendo de prisa me trague el anillo que estaba debajo de la ventana de la reina.”
Escuchando esto, el sirviente, tomo el pato por el cuello y se lo llevo al cocinero del castillo, diciéndole, “Este es un pato fino. Está suficientemente gordo para ser rostizado.”
Entonces el cocinero le corto la cabeza al pato. Mientras lo estaba preparando para ponerlo en la lumbre, encontró el anillo de la reina estaba dentro de su estómago.
El sirviente pudo comprobar su inocencia, y el rey le prometió darle cualquier puesto de la corte que desearía. El joven no acepto nada, pero lo único que pidió fue un caballo y un poco de dinero para poder viajar.
Cuando se le dio lo que pidió, el joven se fue en su camino. Un día llego a un estanque donde atrapo a 3 pescados pero luego escucho sus chillidos, que porque sus vidas deberían terminar de esta manera. Con su corazón noble, el joven se bajó de su caballo y soltó los pescados devuelta en el estanque. Los pescados brincaron con alegría, y le dijeron, “Siempre lo recordaremos y le repagaremos por avernos salvado.”
El joven siguió su camino, y después de un tiempo escucho una voz en la arena a sus pies. El escucho un rey hormiga quejándose. “Porque estas personas con sus bestias grandes siempre se tienen que pasar por nuestro camino. Ese caballo tonto, con sus pies pesados, pisoteado a gente mi sin remordimiento.” Entonces el muchacho y su caballo se quitaron del camino y se pusieron del lado, y el rey hormiga le dijo, “Siempre lo recordaremos – una buena obra de caridad siempre es recompensada.”
El camino que tomo el sirviente lo llego al bosque, donde encontró dos pajarotes parados juntos a sus nidos, sacando de la casa sus pequeñas crías. “Vuelen hijos. Nosotros ya no podemos encontrar comida para ustedes. Ya están suficientemente grandes, que pueden cuidarse solos.”
Pero los pajaritos pequeños se quedaron tirados en el piso chillando, “Somos muy pequeños y no podemos volar. Nos moriremos de hambre.”
Entonces el sirviente dejo su caballo encargado para que ayudara y criara a los pajaritos. Mientras el joven uso sus propias piernas para caminar el resto del camino para llegar a la ciudad mas cercana. Había mucho ruido en esta ciudad y había demasiada gente. Y en un momento un hombre que vino cabalgando, anuncio, “La hija del Rey quiere marido. Quien quiera pedir su mano tiene que pasar una prueba, y quien no la pase, tendrá que pagarlo con su vida.”
Muchos ya habían intentado, pero en vano. De todos modos, el joven decidió aceptar este reto y cuando vio a la hija del rey y su gran belleza, se impresiono tanto se presentó frente al Rey como un candidato.
Entonces, el joven fue llevado al mar, y un guardia del Rey aventó un anillo de oro dentro del mar. El Rey ordeno que el joven fuera tras del anillo y se lo trajera de vuelta.
Y agrego, “Si sales del agua sin el anillo, serás aventado de vuelta, una y otra vez, hasta que te lleven las olas.”
Toda la gente del pueblo lamentaba el futuro que le esperada al joven, que ellos se fueron y lo dejaron solo junto al mar.
El se paro junto al agua, y contemplaba lo que debería hacer, cuando de repente vio a tres pescados nadando hacia él, y eran los mismos pescados cuales les salvo la vida. El pescado de en medio tenía un mejillón en la boca, y lo acostó junto a los pies del joven. Cuando el joven lo abrió, vio que dentro estaba el anillo de oro. Contento, el joven se lo llevo al Rey y espero su recompensa prometida.
Pero la princesa no veía al joven como digno igual, y entonces hizo que cumpliera con otra prueba. Entonces ellos bajaron al jardín y la Princesa esparció sobre el zacate diez sacos de semillas de mijo, y dijo, “Mañana antes del amanecer, todas las semillas deben estar recogidas, y que ni una sola semilla falte.”
El joven entonces se sentó en el jardín y empezó a considerar como seria posible que todas las semillas se rejuntarían. Pero se le ocurría nada, y se quedó allí hasta el amanecer esperando su muerte. Cuando lo primeros rayos de sol le pegaron, el vio que los diez costales de semillas llenos, uno junto al otro, y ni una semilla faltaba. Durante la noche el rey hormiga llego con miles y miles de hormigas y ellas rejuntaron todas las semillas y las pusieron en sus sacos.
Presentemente la hija del rey fue al jardín y estaba impresionada con el reto que le había dejado al muchacho. Pero la princesa, no podía aceptar al muchacho, y dijo, “Aunque haiga cumplido con todas las pruebas, usted no será mi esposo hasta que me haiga traído una manzana del Árbol de la Vida.”
El joven no tenia idea donde se encontraba el Árbol de la Vida, pero comenzó su camino. Pero después de que cruzo dos reinos, él no tenía esperanza de encontrar el árbol.
Una tarde en el bosque, el joven se acostó debajo de un árbol para dormir cuando de repente escucho unas ramas susurrando, y una manzana de oro se callo sobre su mano.
Al mismo tiempo tres cuervos volaron para abajo hacia él, y se sentaron en las rodias del joven diciendo, “Nosotros somos los tres pajaritos que usted no dejo morir de hambre. Cuando crecimos y escuchamos que usted estaba en busca de una manzana de oro, nosotros volamos sobre el mar hasta a la otra esquina del mundo donde se encuentra el Árbol de la Vida”.
El joven lleno de emoción, tomo la manzana agradecidamente de lo cuervitos, y se la llevo a la hija del Rey. Ellos cortaron la Manzana de la Vida en dos pedazos, y juntos se la comieron. Entonces el corazón de la princesa se lleno de amor hacia el joven y se casaron, y ellos vivieron felizmente hasta una gran edad.