El Leon y el Ratón (The Lion and the Mouse) w/ Intro

Bienvenido al servicio Dial-A-Story de la biblioteca pública del condado de Merced. Hoy vas a escuchar la fábula del león y el ratón. Había una vez un ratoncito que vivía en la selva. Le gustaba correr, le gustaba divertirse, era muy curioso. Un día salió de casa apresuradamente en busca de nuevas aventuras. En la selva, también vivía un león majestuoso. El era el rey de la selva. Cada mañana merodeaba por sus tierras y después, cuando el sol estaba alto en el cielo, se tomaba su siesta. Pues el ratoncito, anduvo por aquí y por allá explorando, de repente y sin darse cuenta, terminó trepándosele al león, quien se encontraba profundamente dormido. Cuando el ratoncito se dio cuenta del cambio de terreno bajo sus pies, ya se encontraba en el lomo del león. Sintió tanto susto que perdió el balance y cayó a los pies del león. El león, por su parte, al sentir el cosquilleo en su lomo, se despertó y lo primero que vio fue al tembloroso ratón a sus pies. Con un manotazo, el león cubrió el cuerpecillo del ratón y lo inmovilizo. “Grr, me has despertado, y por eso, te voy a comer” “No, no lo haga, señor. No lo haga. ¡Yo le hare un favor, en serio lo hare!” “Ja, ja, ja, tú, una pequeña e insignificante criatura va a hacerle un favor a mí, ¡el rey de la selva!” “Ja, ja, ja, eso sí es gracioso.” “Me has hecho reír, así que yo digo, ¡vete!” “Gracias, gracias, señor”, dijo el ratoncito y se fue velozmente. Pasaron los días y las semanas. Un buen tiempo después, el león se encontraba recorriendo sus tierras cuando de repente, pisó una trampa y una gran red le cayó encima y quedó atrapado. “Grr, auxilio, ayúdenme” rugía el león, y entre más se movía, quedaba más atrapado por la red. El ratoncito, lo escucho, salió de su madriguera velozmente y comenzó su recorrido hasta donde estaba el león. Mientras tanto, la jirafa, el animal más alto de la selva, acudió a su llamado. Mas la jirafa, a pesar de ser tan alta, no logro liberarlo. Después, el elefante acudió a su llamado. El elefante es el animal más grande y pesado de la selva. Pero el elefante, tampoco logró liberar al león. El león estaba tan triste. No había esperanza. Entonces escucho una vocecilla. “Señor, yo lo ayudaré.” León respondió, “ratón, agradezco el gesto, pero si jirafa que es tan alta y elefante que es tan grande no me pudieron liberar, tu no podrías tampoco. ¡Eres tan pequeño!” “Yo soy pequeño, pero tengo mandíbulas fuertes.” Y sin decir más, comenzó a roer la red. Royó, royó y royó hasta que liberó al león. “Ratón, tu hoy has hecho una noble hazaña. No solo me has salvado la vida, sino que me has enseñado que no debemos juzgar a los demás por su apariencia. ¡Eres en realidad grandioso, eso es lo que digo yo! Esperamos que hayas disfrutado de este cuento que fue adaptado y narrado por Olga Castañeda. Márcanos nuevamente la próxima semana para escuchar una nueva y excitante narración.