El Oso (The Bear)
Audio Type:
story
Language:
Transliterated Title:
El Oso
English Title:
The Bear
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Duration:
3:42
Transcript:
Hoy vas a escuchar el cuento de el oso. El cuento ha sido adaptada y narrada por Esther Garcia.
Cuando yo era niño—dijo el abuelo, mientras se
acomodaba en su viejo sillón.
Al oír sus primeras palabras, sabíamos ya que nos
iba a contar una historieta. Corrimos a donde él estaba,
lo rodeamos como de costumbre, y él continuó
—Cuando yo era niño vivía en una casita cerca
del monte. Recogía yo las últimas frutas del otoño y
las primeras flores de la primavera. Sabía en donde
tenían su nido los pájaros y su cueva los conejos de la
vecindad; pero había en el monte un animal que me
daba miedo. Este animal era un oso. Temiendo encontrarme con él, no me atrevía a andar por el monte.
Los osos son grandes, de color obscuro, están cubiertos
de pelo largo, y tienen muy afilados los dientes.
Un día salieron mis padres y me dejaron cuidando
a mi hermanito. Me recordaron que lo tuviera
siempre a la vista. Jugué con el chiquitín hasta cerca de anochecer.
Y me puse a cantar al lado del niñito, que se durmió al poco tiempo.
Lo acosté en su cama pequeña, recogí el libro nuevo
que me había regalado mi padre y me puse a leer a
la luz de fuego. Sentí al poco rato unas pisadas, miré
hacia la puerta, y ví un oso que estaba a punto de entra a casa.
¿Qué podría yo hacer en tal apuro? No había personas
cerca a quienes pedir socorro. Me quede congelado, mirando al oso. El gran oso alzaba su nariz oliendo el aire. Pensé de pronto que a lo mejor el oso tenía hambre. Lentamente agarre la fruta que había recogido esa mañana y la tire lo más lejos que podía hacia afuera para que el oso se fueron a seguir la comida. ¡Y funciono! El ose siguió la fruta y se alejó de nuestra casa.
Busqué entonces una gran tranca, aseguré
con ella la puerta, y caí al suelo sin sentido.
Cuando llegó mi padre me abrazó y me dijo:
—¡Eres un valiente! Salvaste la vida a tu hermano45
y defendiste la tuya. Te portaste como un héroe.
A pesar del miedo que me inspiraba aquel feroz
animal, hubiera querido entonces encontrarme con una
docena de osos, por el gusto de oír a mi padre llamarme
«mi valiente hijo.»
Esperamos que hayas disfrutado de este cuento. Márcanos nuevamente la próxima semana para escuchar una nueva y excitante narración.