La última noche de verano

Este cuento se llama La ultima noche de verano, escrito por Ryan Aoto y leído por Daniel Fernando. Esta es una grabación de LibraryCall. En la última noche de verano, Jaiden se sentó en la mesa para cenar con su mamá. Normalmente, él platicaba mucho. Cenar con su mamá no era común, ya que ella trabajaba todo el tiempo. Pero esa noche, él se sentó calladito, picoteando su cena con el tenedor. “¿Qué pasa, mi amor?”, le preguntó su mamá. Jaiden encogió sus hombros. “¿Estás triste por qué ya casi se termina el verano?”. Jaiden encogió los hombros más. “Te vas a divertir mucho mañana”, le dijo su mamá con una sonrisa. “Vas a estar en la clase de la Señorita Chen, como deseabas, y Juan estará contigo. Vas a ver a todos tus amigos otra vez. Te vas a divertir tanto, y dudo que te den mucho trabajo los primeros días”. “Ya sé”, dijo Jaiden. “Es solo que...” Se quedó callado y comenzó a picotear su cena otra vez. Su mamá se levantó para sentarse junto a él. Puso su brazo a su alrededor y gentilmente apretó su hombro. “¿Qué pasa, mi vida?”, le preguntó otra vez. Jaiden suspiró. “Es que todos van a hablar sobre lo que hicieron todo el verano”, él respondió. Su mamá le dio un beso en la cabeza y lo dejó continuar. “La familia de Arjun fue a la India. Incluso se fueron antes de que las clases terminaran el año pasado. Va a tener un montón de cuentos sobre sus vacaciones. Jacob fue a visitar a su tío en México. Juan dijo que su familia iba a ir a Disneylandia... y a Hawaii! Yo no fui a ninguna parte”. La mamá de Jaiden lo abrazó un poquito más fuerte. “Lo sé, mi amor”, dijo ella. “Discúlpame. Esos viajes cuestan mucho dinero, y mi trabajo es...” “Yo sé”, sollozó Jaiden. “Solo es que no sé qué decir. Fue lo mismo en kinder y en el primer grado. Todos estaban hablando sobre las cosas que hicieron y yo me quedé callado.” “Es difícil imaginarte callado”, bromeó su mamá. “Callado no es como te describió la señorita Miller”. Jaiden frunció el ceño. “Perdón, amor, solo era una broma”. “La señorita Chen probablemente nos pedirá que contemos lo que hicimos este verano en frente a toda la clase. O que lo escribamos”. “Bueno, espérate. No es cierto que no hiciste nada todas las vacaciones. Hiciste cosas”. “No hice nada”. La mamá de Jaiden se arrodilló frente a él para verlo cara a cara. “Claro que sí, mi vida. Siempre me cuentas sobre el juego que te gusta”. “Solamente es un juego de video”. “¿Y? Hace dos semanas ganaste primer lugar en él. Tu abuelita dijo que gritaste tan fuerte que casi le diste un infarto. Tenías una sonrisa de cara a cara cuando llegue a la casa. Puedes contarle a tu clase sobre eso”. “¿Te acuerdas cuando al principio de verano moviste todos los muebles en la sala e hiciste una pista de obstáculos? Dijiste que estabas entrenando para... esa competición en la tele”. “Se llama “El piso es lava”...” le recordó Jaiden. “...Te enojaste conmigo por eso”. “Claro que me enojé – rompiste la mesa de centro. Estaba enojada, pero ciertamente es un cuento excelente. Solamente asegúrate de incluir los detalles sobre la mesa rota y la mamá enojada. No quiero que los otros papás piensen que les estás dando ideas a sus hijos”. Jaiden se rio un poco. “¿Y qué hay con todos esos libros que has estado leyendo? ¿Y todos esos cuentos que has estado escuchando de la biblioteca? Has disfrutado algunos de esos”. “Mamá, no le voy a contar a Juan sobre mis visitas a la biblioteca”. “¿Por qué no?”. Jaiden solamente se le quedó viendo. “Bueno, Señor Genial, está bien. Pero si la Señorita Chen te pide que escribas algo, inclúyelo. Estoy segura qué le encantaría oír eso”. Jaiden tuvo que admitir que eso tenía sentido. “También tienes que escuchar sobre lo que hicieron los demás, por qué eso es lo que hacen los amigos, ¿No?”. Jaiden asintió la cabeza. “Cuando sea tu turno, cuéntales lo que hiciste. No es una competición. Ellos querrán oír sobre tus vacaciones, por qué fueron tuyas, y eso es lo que quiere decir ser un amigo. ¿Bueno?” “Bueno”, respondió Jaiden con una sonrisita. “Termina tu cena”, dijo su mamá. Le dio un beso en la frente y regresó a su asiento. “Ya casi llega tu abuelita y me tengo que ir. Quiero escuchar todo sobre lo que hiciste hoy.” Jaiden sonrió. Comió su cena, y entre bocados de macarrones con queso, le contó a su mamá sobre los juegos que jugó, la paloma que se quedó atrapada en el pasillo de los departamentos, los programas de televisión que vio, y los libros que leyó. Y no podía esperar al primer día de la escuela para contarle todo a sus amigos también. Gracias por escuchar La ultima noche de verano, escrito por Ryan Aoto y leído por Daniel Fernando. Esta fue una grabación de LibraryCall.