Un viaje en el campo
Audio Type:
story
Language:
English Title:
A Camping Trip: From City to Nature
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Duration:
13:53
Transcript:
Este cuento se llama Un viaje en el campo: de la ciudad a la naturaleza, escrito por Lauren Kratz Prushko. Esta es una grabación de LibraryCall.
Dominic, Sonia y Zareena son los mejores amigos y se llaman a sí mismos “La Brigada Municipal”. (city noise sound effect)
“Me encanta ese nombre, La Brigada Municipal. Es fácil de recordar!” dijo Zareena.
“Si, somos un súper grupo de amigos que sabe todo lo que hay que saber de las aventuras en la ciudad. Pero este verano, vamos a nuestro primer viaje de acampar!” se rió Sofia.
“Por eso tenemos que mantenernos juntos”, dijo Dominic nerviosamente. “Nunca hemos salido de la ciudad y los animales más salvajes que he visto son las palomas en el parque tratando de comer mi pretzel”.
“No te preocupes Dominic. Saqué varios libros de la biblioteca sobre acampar y mi papá y yo hicimos una lista de cosas que necesitaremos y compartiremos con todos”, explicó Zareena.
Zareena es muy organizada y ama planificar como su papá.
“¡Estoy lista para algo de acción!” exclamó Sonia. "¡Bailemos y saltemos en camino a casa, hay que alistarnos para mañana! ¡No puedo esperar a asar malvaviscos bajo las estrellas con ustedes!"
“Okay pero yo no voy a bailar y saltar con ningún oso”, dijo Dominic.
La Brigada se fue a casa para empacar todas las cosas que necesitaran para su viaje de acampar con sus familias. Siguieron la lista que el papá de Zareena imprimió para todos. Dominic, Sonia y Zareena agarraron sus mochilas pesadas, sus tenis, y botellas de agua para almacenar el agua que necesitaran para mantenerse hidratados durante las caminatas. La mamá de Sonia y el abuelo de Dominic trajeron linternas con pilas de repuesto y una linterna con cerillos para prenderla por la noche. Todos se aseguraron que tenían sus sacos de dormir y botiquines de primeros auxilios con curitas. Por último, el papá de Zareena tenía una sorpresa para La Brigada, una tienda de campaña para tres personas para montar en su primera aventura de acampar.
Temprano al día siguiente, Zareena y su papá se pararon lado a lado con sus tablillas y sus listas mientras cargaban la gran camioneta de la mamá de Sonia. "¿Estás marcando los malvaviscos extra que pedí?” preguntó Sonia mientras miraba por encima de sus hombros.
"Sí, Sonia, y también ví que lo escribiste con un lapicero con tinta morada de en mi lista escrita por computadora", dijo Zareena mientras ponía los ojos en blanco.
"¿Estás marcando el papel higiénico extra y el repelente de mosquitos orgánico?", preguntó Dominic. "Rociaré a todo con ese repelente cuando lleguemos al campamento. Uf, ¡no me gustan los mosquitos!" (mosquito sound effect) continuó Dominic mientras miraba la lista por encima de sus hombros.
"No te preocupes, Dominic", rió el padre de Zareena. "Todo está aquí, y a mí tampoco me gustan las picaduras de mosquito, así que gracias por ese recordatorio importante". Le dio una palmadita al hombro de Dominic.
“Entremos a la van bailando y brincando”, Sonia y su mamá aclamaron.
Cuando llegaron al campamento, La Brigada Municipal y sus familias salieron a tropezones de la van. Zareena y Sonia giraban al verse rodeadas de Árboles. Dominic miró hacia arriba y se encontró con la luz del sol brillando a través de las ramas. Había una mesa y un banco cerca de un lago tranquilo y claro. Tenían ansias de explorar más. Pero primero tenían que montar el campamento.
“A lo primero, tenemos que montar nuestra tienda de campaña. ¿Qué piensan ustedes?” preguntó Zareena.
"Claro", dijo Sonia mientras ella y Dominic empezaban a desempacar su tienda. La Brigada se quedó mirando la tienda extendida en el suelo. No tenían ni idea de por dónde empezar.
"Uf, esto parece mucho trabajo", se quejó Dominic, "¡y no quiero dormir encima de ninguna piedra o palo o que nos vea ningún animal salvaje mientras dormimos!".
"No te preocupes Dom, nos mantendremos unidos como siempre dices. Esto es sólo algo más que La Brigada Municipal superará", lo animó Sonia mientras recargaba sus brazos en los hombros de Dominic y Zareena.
Sonia leyó las instrucciones en voz alta, y después de cada paso, Zareena y Dominic miraban las imágenes para asegurarse de que estaban haciendo cada paso correctamente. Trabajaron juntos tomando los palos finos y flexibles que sostenían la tienda y deslizándolos por los lazos que había fuera de la tienda. El papá de Zareena y la mamá de Sonia se acercaron y ayudaron a fijar la tienda al suelo con estacas y piedras grandes para asegurarse de que la tienda quedara bien sujetada y no saliera volando con el viento.
"No fue tan difícil, ¿verdad, Dominic?" preguntó Zareena mientras se frotaba las manos en sus shorts.
"Me divertí, pero aún se siente extraño estar lejos de la ciudad. No hay bocinas de carros sonando, ¡y quién sabe si veremos un oso!"
"Es por eso que el sitio de campamento tiene estos recipientes a prueba de osos para guardar nuestra comida", dijo el abuelo de Dominic al pasar. Estos contenedores también evitarán que otros animales, como los mapaches, huelan nuestra comida, vengan a visitarnos y a merendar".
"Creo que es hora de seguir el sendero y caminar por el bosque", dijo Sonia con entusiasmo y corrió hacia el lago para llenar su botella de agua.
"¡Sonia, espera!", gritó Dominic. "No creo que debas beber esa agua. He leído que el agua que se encuentra en los lagos puede contener bichos microscópicos que pueden enfermarte si los tragas!"
"¡Vaya! ¡Creo que me emocioné demasiado! El agua del lago puede parecer hermosa, pero no es para beber. Gracias por avisar, Dom. Me gusta aprender cosas nuevas".
La Brigada se reunió con los adultos y todos se aseguraron que tenían suficiente agua en sus botellas, usando el agua que trajeron.
Zareena guió al grupo con un mapa que agarró del centro de bienvenida y una brújula que había traído, que compartió con Sonia y Dominic.
"La aguja de la brújula siempre apunta al polo norte magnético", explicó Sonia.
Por suerte, La Brigada había aprendido en la escuela los cuatro puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste. El grupo disfrutó siguiendo los diferentes senderos y encontrando ciervos, ardillas correteando y observando pájaros en los árboles con sus binoculares. La Brigada se aseguró de permanecer en los senderos para evitar la hiedra venenosa y las serpientes ocultas. Sonia también recordó a todos que no debían recoger las flores o las bayas y dejarlas para que las vieran otras personas y se las comieran los animales.
Cuando el grupo regresó al sitio de campamento, decidieron que era hora de comer pero primero tenían que hacer una fogata.
“Que tal si tu y tu abuelo hacen una fogata?” sugirió Zareena. “Pero primero leeré en voz alta las instrucciones según la guía de campamento”. Dominic y su abuelo se miraron el uno al otro y sonrieron.
“Zareena, tu habilidad de planear en anticipación ha hecho nuestra primera aventura de campamento aún más divertida”.
“Gracias Sonia, ahora, primero debes poner pedacitos de papel seco en el centro de la fogata”. La mamá de Sonia les dio el papel que habían traído de casa.
“Segundo, tenemos que poner palos secos alrededor del papel hacia arriba”.
"Sólo estoy usando los palos que he encontrado en el suelo, ¿verdad, abuelito?", preguntó Dominic.
"Correcto, Dom", dijo el abuelo de Dominic. “No queremos romper ninguna rama viva de los árboles. Tenemos que dejar este campamento tal y como lo encontramos e incluso más limpio".
"Tercero, pídele a un adulto que encienda el papel con cerillos, y luego, cuando los palos comiencen a arder, agrega troncos más grandes alrededor del fuego".
"Aquí están los troncos que compramos en el centro de bienvenida del campamento", dijo la mamá de Sonia.
La Brigada Municipal y sus familias se reunieron alrededor de la hoguera (campfire sound effect) mientras atardecía. El padre de Zareena puso una parrilla sobre las llamas, empezó a hervir agua en una olla y luego añadió pasta espagueti.
"¡Este espagueti sabe mejor cuando se cocina y se come al aire libre!", exclamó Dominic.
Sonia estaba de acuerdo. "Creo que la mayoría de las cosas saben mejor sobre una fogata. Ahora que me acuerdo, ¿es hora de hacer s'mores, no?".
Todos se rieron y prepararon sus palos limpios para asar algunos malvaviscos. Todos se aseguraron de no poner sus malvaviscos demasiado cerca de las llamas chispeantes, (campfire sound effect) o los malvaviscos se quemarán, y volteaban sus palos seguido para calentar los malvaviscos de manera uniforme.
Cuando los malvaviscos se volvieron de un color café tostado, todos deslizaron los malvaviscos de los palos e inmediatamente los aplastaron en una galleta de azúcar canela. Después, añadieron algunos trozos de chocolate. Completaron el delicioso sándwich
colocando otra galleta de azúcar canela encima y aplastándola despacito. Todos abrieron sus bocas y dieron una gran mordida. ¡Qué delicioso!
Cuando oscureció, se sentaron alrededor de la fogata escuchando los sonidos del fuego y observando las llamas bailar. Cada vez que el viento fuerte hacía que la fogata se humara, todos se reían y cambiaban de lugar alrededor del fuego. Después de tomarse turnos para contar historias mientras sostenían linternas bajo sus caras, llegó la hora de dormir.
La Brigada Municipal se quedaron parados juntos mientras miraban al cielo lleno de estrellas y escuchaban el coro de grillos (cricket sound effect) y el ulular de los búhos (owl sound effect.).
¡Me encanta acampar!", dijo Dominic mientras se acurrucaba en su saco de dormir en un rincón de la tienda. Zareena y Sonia se miraron y se echaron a reír.
"Quizá deberíamos cambiar nuestro nombre de La Brigada Municipal a la Brigada de la Naturaleza", sugirió Zareena.
"Bueno, yo no iría tan lejos", dijo Dominic con sueño.
Sonia apoyó su cabeza en el hombro de Zareena y La Brigada Municipal (o de la Naturaleza) se fueron a dormir.
(campfire sound effect)
Gracias por escuchar Un viaje en el campo: de la ciudad a la naturaleza, escrito por Lauren Kratz Prushko y grabado por LibraryCall.