El picapedrero

Había una vez un picapedrero que pasaba sus días cortando piedras de grandes rocas. Su trabajo era largo y arduo, y ganaba muy poco dinero. Un día, cansado de su duro trabajo, suspiró tristemente y exclamó, “¡Desearía ser lo suficientemente rico para pasar la vida acostado en un sofá suave, comiendo lo que quiera!” De repente, un hada vestida de verde apareció, agitó su varita mágica, y le dijo, “Tu deseo se ha cumplido.” Y así, el hombre fue rico. Durante varios días, se sentó en su nuevo sofá suave comiendo barbacoa y bebiendo agua fresca. Un día, el Rey pasaba en su carruaje tirado por caballos, precedido por doce magníficos caballeros. ¡Qué vista tan espléndida eran! El rico se sintió entristecido por este espectáculo y dijo suspirando, “¡Ojalá pudiera ser rey!” Y de nuevo el hada vestida de verde apareció, agitó su varita mágica, y le dijo, “¡Que tu deseo sea satisfecho!” Ahora el hombre fue Rey. Cabalgó por el reino en su carruaje tirado por caballos, precedido por doce magníficos caballeros. Pero el sol brillaba tanto que el rey se sentía demasiado acalorado con su túnica real. Sudando por el calor, dijo, "¡Ojalá pudiera ser el sol poderosamente caliente!" Inmediatamente, apareció el hada vestida de verde. Agitó su varita y dijo: "¡Que se cumpla tu deseo!" Y el Rey se transformó en el sol. Sus rayos se derramaron sobre la tierra, quemando las plantas y haciendo que el sudor fluyera de las caras de las personas. Pero luego una nube se elevó en el aire y bloqueó la luz del sol. El sol se irritó al ver que su poder disminuía y gritó: "¡Deseo ser una nube!" Otra vez el hada vestida de verde apareció, agitó su varita mágica, y le dijo, “¡Que tu deseo sea satisfecho!” Y el sol se convirtió en una nube que ensombreció la tierra. La nube se partió y de sus flancos corrieron torrentes de agua que inundaron los valles, devastaron los cultivos y ahogaron muchos animales. Pero el agua no pudo destruir las rocas. Entonces, la nube gritó, “Esas rocas son más poderosas que yo; quisiera ser roca.” Como antes, el hada vestida de verde apareció, agitó su varita mágica, y le dijo, “¡Que tu deseo sea satisfecho!” Y la nube fue convertida en roca, y ni el ardor del sol, ni la violencia de las lluvias pudieron conmoverla. Pero entonces llegó un obrero. Comenzó a golpear la roca, rompiéndola con su martillo. La roca exclamó, “Este obrero es más poderoso que yo. ¡Quisiera ser este obrero!” Y el hada vestida de verde apareció, agitó su varita mágica, y le dijo, “¡Que tu deseo sea satisfecho!” Y el hombre, transformado tantas veces, volvía a ser el picapedrero que trabajaba rudamente por muy poco dinero. Este cuento fue El picapedrero por Earl Stanley Harrison. Esta fue una adaptación y grabación de LibraryCall.