Naranjas agrias
Audio Type:
story
Language:
English Title:
Bitter Oranges
Audio File:
Duration:
4:51
Transcript:
Este cuento se llama Naranjas agrias, escrito por Earl Stanley Harrison. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall.
Érase una vez un hombre muy rico. Vivía en una gran hacienda y cultivaba grandes acres de naranjos. También tenía vacas, ovejas, y cerdos. Los naranjos estaban llenos de naranjas dulces y jugosas. aLas vacas, las ovejas y los cerdos estaban muy gordos. El hombre tenía todavía más-- un matrimonio feliz y cinco buenos hijos. Tenía todo lo que podía desear.
Pero el hombre no estaba satisfecho. No estaba contento con la hacienda ni con los árboles frutales ni con los animales ni con su familia. Tampoco estaba satisfecho del tiempo.
Cuando hacía frío, decía, “Hace frío; este tiempo no es bueno para mis naranjas.”
Cuando llovía, exclamaba, “Llueve demasiado; el tiempo está muy húmedo. Debemos tener sol.”
Cuando hacía sol, tampoco estaba satisfecho. Hoy hacía mucho frío, mañana mucho calor; ahora el tiempo era muy húmedo, ahora muy seco.
Un día, entró en su huerto de árboles frutales. Sus hermosos naranjos estaban llenos de frutas, pero no estaba contento. “Estas naranjas son muy pequeñas,” dijo. “Hace mal tiempo. No hace bastante calor.”
En ese momento, se presentó en el huerto un hombre misterioso. Era alto y delgado, y vestía un traje verde. Le dijo al hombre, “Nunca está satisfecho del tiempo. Siempre hace frío o calor, es muy húmedo o muy seco. ¿Puede Usted hacer un tiempo mejor?”
“Sí,” respondió el hombre rico, “yo puedo hacer mejor tiempo.”
“Pues bien,” dijo el extraño, “el próximo año, tendrás el poder de cambiar el tiempo dentro de tu hacienda. ¡Buena suerte!”
Entonces el hombre misterioso desapareció.
El año próximo llegó. En marzo, el hombre rico dijo, “Quiero nieve.” Comenzó a nevar de inmediato.
Llegó el mes de abril. “Ahora quiero lluvia,” dijo el hombre rico. Entonces empezó a llover.
“Muy bien,” dijo el hombre, “pero ahora quiero un tiempo caluroso.” El sol salió y calentó su huerto. El hombre sonrió.
Así el hombre controlaba el tiempo durante todo el año. Llovía cuando quería y hacía sol cuando quería. Después de todo, tenía en el huerto muchas muchas naranjas grandes y hermosas.
“Mis naranjas son las más hermosas del mundo,” declaró.
Finalmente llegó el momento de recoger la fruta. El hombre cogió la naranja más grande y hermosa que pudo encontrar, la peló y mordió un trozo. "¡Qué asco!" Para su sorpresa, la fruta era tan ácida como un limón. ¡Nunca había probado naranjas tan agrias!
En ese momento reapareció el extraño hombre vestido de verde. Dijo al hombre rico, “Este año usted controló el clima. ¿Cómo encuentra las naranjas?”
“Malas, muy malas,” respondió el hombre rico, “son agrias como limones. Nunca podré venderlas.”
“Ya lo comprendo,” dijo el hombre misterioso. “Usted ha dado a los naranjos la nieve, la lluvia, el sol, el calor y el frío. Pero se ha olvidado de algo importante: la humildad. Sólo podremos controlar la naturaleza si la escuchamos con atención.”
Este cuento fue Naranjas agrias, escrito por Earl Stanley Harrison. Esta fue una adaptación y grabación de LibraryCall.