El cuervo y la jarra
Audio Type:
story
Language:
English Title:
The Crow and the Pitcher
Audio File:
Duration:
5:02
Transcript:
Este cuento se llama El cuervo y la jarra, una fábula de Esopo, leída por Daniel Fernando. Esta es una traducción y grabación de LibraryCall.
Un día de verano, un calor despiadado le pegó a la tierra. Arriba, en el cielo, un cuervo sediento había volado por muchas horas buscando agua. Su pico y sus plumas estaban secos, y él sabía que tenía que encontrar agua pronto.
Justo cuando el cuervo empezó a perder esperanza, vio algo brillando en una mesa en la distancia. ¡Era una jarra! El cuervo, aliviado, voló hacia ella. Aterrizó en la mesa e investigó. La jarra era alta, con una abertura delgada hasta arriba. Se asomó dentro de la jarra, ¡y vio que había agua adentro! Pero no había mucha, solamente algunas pulgadas de líquido hasta abajo. El cuervo metió su pico en la jarra, ansioso por probar un trago refrescante.
“¡Ay, no!”, exclamó el cuervo. “Mi pico no es suficientemente largo para alcanzar el agua”. Por un momento, se sintió desesperado, lleno de frustración y sed. Pero el cuervo era inteligente, y no se iba a rendir tan fácil.
De repente, tuvo una idea. “Mmm, no puedo alcanzar el agua con mi pico, pero, ¿quizás pueda hacer que el agua me alcance a mí?”, pensó.
El cuervo miró sus alrededores y encontró unas piedras pequeñas. Agarró una de las piedras con su pico y la tiró dentro de la jarra. El cuervo observó atentamente como el nivel del agua subió un poquito. Sus ojos brillaron con emoción.
Animado, el cuervo levantó otra piedra y la tiró dentro de la jarra. ¡Zas! El agua volvió a elevarse. El cuervo sonrió y pensó, “¡poco a poco llegaré al agua!”.
Mientras el cuervo recogía más piedras, metiéndolas una por una a la jarra, una ardilla curiosa corrió hacia la mesa. Con ojos grandes, la ardilla observó cómo trabajaba el cuervo.
“Cuervo, ¿qué haces? ¿En verdad crees que esas piedras te ayudarán a llegar al agua?”, preguntó la ardilla.
El cuervo paró por un momento y respiró. Volteo a ver a la ardilla con determinación en los ojos.
“¡Entiendo tus dudas, ardilla! Puede que me tarde un rato, pero piedra por piedra, llegaré al agua”.
La ardilla, todavía dudando el plan del cuervo, negó la cabeza. “Se me hace imposible, cuervo. No te gastes tu tiempo. Debe haber una manera más fácil de conseguir el agua”, respondió, corriendo debajo de un árbol para esperar a que se fuera el calor.
El cuervo inteligente continuó a tirar piedras, una por una, dentro de la jarra. Cada vez, el agua subía un poquito más. Con cada piedra, la determinación del cuervo se hacía más fuerte.
Finalmente, después de tirar unas piedras más, el cuervo, emocionadamente graznó, “¡Crack!”. El agua se había elevado suficientemente alta para que el cuervo pudiera tomarla con su pico. Tomó un trago refrescante y derrotó a su sed tremenda.
El cuervo aprendió una lección muy importante ese día. Aunque, al principio, llegar al agua parecía imposible, y aunque cada piedra solo ayudó un poco, todas juntas, las piedras hicieron una diferencia enorme.
“¡Poco a poco resolví el problema!”, exclamó.
Lleno de alegría, el cuervo se fue volando, sintiéndose inteligente y con nada de sed.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Gracias por escuchar El cuervo y la jarra, una fábula de Esopo, leída por Daniel Fernando. Esta fue una grabación y traducción de LibraryCall.