Los tres cerditos
Audio Type:
story
Language:
English Title:
The Three Little Pigs
Audio File:
Duration:
9:29
Transcript:
Este cuento se llama Los Tres Cerditos, de Katharine Pyle. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall. [chime]
Había una vez tres cerditos que vivían con su mamá en un bosque. Eran felices juntos, buscando en el bosque raíces, hongos e insectos para comer. Pero a medida que se acercaba el invierno, la comida se hacía escasa.
Un día, mamá cerda reunió a sus hijos y les dijo: "Mis dulces cerditos, ya les he enseñado a buscar comida y a construir un hogar seguro. Ahora es el momento de que salgan al mundo y utilicen las habilidades que yo les he enseñado. Cada uno de ustedes debe construir una pequeña casa. Recuerden: no construyan su casa con paja o palos; la paja es frágil y los palos son débiles. Si construyen su casa con algo bonito y duro, como los ladrillos, siempre tendrán un lugar seguro donde dormir". Luego se despidió de ellos con un beso y los cerditos se fueron en tres direcciones diferentes.
El primer cerdito se dirigió al norte. No había ido muy lejos cuando se encontró con un hombre que conducía un tractor lleno de paja seca y amarilla. La paja tenía un aroma dulce y a polvo y seguro que haría una casita acogedora. Ansioso por construir su casa rápidamente, el cerdito olvidó lo que le había dicho su madre.
"Por favor, señor", dijo el primer cerdito, "¿puede darme un poco de paja? Sólo necesito lo suficiente para construir una casita que me mantenga caliente este invierno".
El generoso hombre le dio al cerdito toda la paja que quería y se fue.
Justo cuando el primer cerdito terminó de construir su casa, contento se acurruco en la paja y se fue a descansar. "Esto es mucho mejor que una casa de ladrillos fríos y duros", pensó mientras se dormía.
De pronto, un lobo hambriento se acercó y tocó a la puerta.[knock] Los animales del bosque le llamaban el Lobo Feroz.
"¡Cerdito, cerdito, déjame entrar un ratito!", dijo.
"¡Jamás!", bostezaba el cerdito somnoliento.
"Entonces soplaré y resoplaré, y te volaré la casa".
El cerdito se rió. Se sentía muy seguro en su acogedora casa de paja. "¡Adelante!. Sopla y resopla y vuela mi casa", se burló el cerdito.
Y bueno, el lobo sopló y resopló y voló la casa en el viento. [crash]. Después de todo, la casita solo estaba hecha de paja frágil. El Lobo Feroz se comió al cerdito para el almuerzo.
Seguro te estarás preguntando qué le pasó a la segunda cerdita. Ella se fue al sur después de despedirse de su Mamá y sus hermanitos. Mientras iba caminando, se encontró con dos niños en el bosque. Estaban recogiendo palos delgados para encender la estufa y hacer la cena con su familia.
Mientras miraba a los niños trabajar, la cerdita pensó que tan fácil sería construir una casita de esos palos tan ligeros. “Disculpen niños, me regalarían algunos de sus palos? Ya casi es invierno, y necesito construir una casa para protegerme.”
¡Construir con palos! Que idea tan divertida, pensaron los niños. Así que le ayudaron a la cerdita a construir su casa con los palos que habían recogido y luego se fueron corriendo a casa.
La mañana siguiente El Lobo Feroz buscaba su próxima merienda por ahí cuando de pronto se encontró con la casita de palos. El lobo olió algo delicioso dentro de la casa así que tocó la puerta.[knock] La segunda cerdita se asomó por la ventana y espió al Lobo Feroz.
“¡Cerdita, cerdita, dejame entrar a tu casita!”
“¡Jamás!”
"Entonces soplaré y resoplaré, y te volaré la casa".
La cerdita se rió cuando escuchó al lobo decir eso. Ella había usado muchos palos para construir sus paredes y se sentía segura adentro.
"¡Okay, Lobo Feroz! Sopla y resopla y vuela mi casa"
Y bueno, el lobo sopló y resopló y voló la casa. [crash].
El Lobo Feroz respiró hondo, y luego sopló y resopló, y voló la casa en el viento. Los palos que le parecían tan fuertes a la segunda cerdita cayeron en un gigantesco revoltijo. [crash] En solo unos pocos segundos el lobo arrancó la cerdita del suelo y se la comió en una sola mordida.
La tercera cerdita era la más pequeña de los tres hermanos, pero también resultó ser la más inteligente. Después de dejar a su Mamá, se fue hacia al oeste. Mientras caminaba, se encontró con un hombre con una carreta cargada de paja, pero no le pidió nada. Luego se encontró con unos niños con un montón de palos, pero tampoco les pidió nada.
Estaba empezando a cansarse, pero sabía que no podía descansar todavía. Debía ser paciente y encontrar materiales resistentes para su casa, como le había dicho su madre. Caminó cansada por lo que parecía una hora. Al doblar una esquina, vio a un joven quitando una pared. A su lado había muchos ladrillos rojos suficientemente firmes para construir una casita.
"Por favor, señor", dijo ella, "¿puede darme algunos de esos ladrillos? Necesito construirme una casita resistente antes de que comience el invierno". El hombre amable ya no necesitaba esos ladrillos, así que aceptó.
La tercera cerdita cogió los ladrillos y comenzó a construir su pequeña casa roja. No era tan cálida como la casa de paja de su hermano, ni era tan fácil de construir como la casa de palos de su hermana. Pero cuando terminó, se sintió satisfecha, porque sabía que era una casita sólida.
Pronto llegó el Lobo Feroz y tocó a la puerta. [knock]
“¡Cerdita, cerdita dejame entrar a tu casita!” le gritó el Lobo.
“¡Jamás!”
"Entonces soplaré y resoplaré, y te volaré la casa".
La tercera cerdita estaba segura de que todos los resoplidos del mundo jamás tumbarían esta casa. "Entonces, resopla y sopla y vuela mi casa", respondió la cerdita.
Y el lobo sopló. Y resopló. Y sopló y resopló. Y sopló y resopló hasta que estuvo a punto de reventar. Pero, por mucho que lo intentara, no pudo tumbar la casa.
La cerdita saludó al lobo a través de su ventana y dijo riendo: "¡Nunca me atraparás!".
Esto enfureció al Lobo Feroz. Ahora estaba más decidido que nunca a atrapar a esa pequeña cerdita. No estaba de humor para tomar buenas decisiones. Así que decidió subir al tejado de la cerdita y entrar en su casa por la chimenea. El Lobo Feroz metió sus afiladas garras entre los ladrillos de la pared y trepó por el lado de la casa, aterrizando en el tejado de un gran golpe. [thud]. Saltó a la chimenea, se metió en el hueco de la chimenea y deslizó los pies por dentro.
Esta cerdita no era tonta. Podía oír lo que el Lobo Feroz estaba tramando, y estaba preparada para él. La cerdita hirvió una olla grande de agua en el fuego para su sopa. [boiling water] Cuando oyó que el lobo se deslizaba por la chimenea, quitó la tapa de la olla y... ¡Plas! [splash] El lobo cayó en el agua que estaba hirviendo. La cerdita inteligente tapó la olla tan rápido como pudo, y bueno, niños... Ese fue el fin del Lobo Feroz.
Después de eso, la cerdita vivió en paz para siempre. Y si alguna vez vino otro lobo a molestarla, bueno.. Nunca sabré.
¡Colorín colorado, este cuento se ha acabado!
Gracias por escuchar Los tres cerditos de Katharine Pyle, adaptado y grabado por LibraryCall.