La lechuza y el saltamontes
Audio Type:
story
Language:
English Title:
The Owl and the Grasshopper
Audio File:
Duration:
4:29
Transcript:
Este cuento se llama La lechuza y el saltamontes escrito por Esopo. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall.
Las lechuzas siempre duermen durante el día. Después de la puesta del sol, cuando la luz se desvanece del cielo, las lechuzas se despiertan. Emergen de los árboles, parpadean con sus grandes ojos y vuelan hacia el cielo nocturno. Sus sonidos--uuu, uuu, uuu-- hacen eco a través del bosque silencioso mientras vuelan y buscan insectos, escarabajos, ranas y ratones para comer.
Una lechuza vieja se había vuelto irritable y quisquillosa en la vejez, especialmente si algo perturbaba su sueño durante el día.
Una cálida tarde de verano, mientras la anciana lechuza dormitaba en su hueco en un viejo roble, un saltamontes comenzó una canción alegre pero muy ronca. Al escuchar este molesto ruido, la lechuza se despertó y asomó la cabeza por la abertura del árbol que le servía tanto de puerta como de ventana.
"Vete", le dijo al saltamontes. "¿No tienes modales? ¡Debes respetar mi edad y dejarme dormir en paz!"
El saltamontes estaba feliz donde estaba y no quería moverse.
Respondió con audacia: "Tengo tanto derecho a estar aquí como tú". Y comenzó a cantar de nuevo, pero esta vez cantó más fuerte y con una voz aún más ronca, solo para molestarla.
La prudente lechuza sabía muy bien que de nada le serviría discutir con este impertinente saltamontes. Además, sus ojos no podían ver lo suficientemente bien durante el día como para atrapar al saltamontes y castigarlo. Así que intentó un enfoque diferente, esta vez hablándole con mucha dulzura y amabilidad.
"Bueno, señor Saltamontes", dijo, "si debes hacer música aquí mismo, supongo que me quedaré despierta y disfrutaré de su canto. ¡Tiene una voz muy hermosa!"
El saltamontes sonrió de orgullo ante estas halagadoras palabras de la lechuza.
La lechuza continuó: “Para agradecerles por su maravilloso concierto, me encantaría compartir contigo una deliciosa sidra. Por favor, ven a brindar conmigo. ¡Sé que la sidra te hará cantar aún más como un ángel! "
El saltamontes, creyendo tontamente que las palabras de la lechuza eran sinceras, saltó hasta la rama donde estaba posada la lechuza. “Gracias por la invitación, Señora Lechuza. Llevo horas cantando. Me vendría bien una bebida refrescante ".
La lechuza sonrió. Y tan pronto como el saltamontes estuvo lo suficientemente cerca para que ella lo viera claramente, abrió su pico puntiagudo y se lo tragó entero.
Moraleja: La peor especie de enemigos es la de los aduladores.
Este cuento fue La lechuza y el saltamontes escrito por Esopo. Esta fue una adaptación y grabación de LibraryCall.