El zorro y la cigüeña
Audio Type:
story
Language:
English Title:
The Fox and the Stork
Audio File:
Duration:
4:06
Transcript:
Este cuento se llama El zorro y la cigüeña, una fábula tradicional escrita por Esopo, y traducida y leída en español por Lorena Romero. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall.
Hace mucho tiempo, cuando los animales vivían en armonía, el zorro y la cigüeña eran los mejores amigos. Pasaron muchos momentos maravillosos juntos. Algunos días, salían a explorar la naturaleza, descubriendo tesoros escondidos en el bosque. Otras veces, se juntaban en la noche y cantaban melodías alegres. Casi siempre estaban juntos en compañía feliz.
Pero de vez en cuando, el lado travieso del zorro salía, y no podía resistir hacerle bromas a su amiga.
Una noche, el zorro invitó a la cigüeña a su madriguera para cenar. Cuando la cigüeña llegó, notó que el zorro había preparado una cena elegante. Había un mantel de flores en la mesa, servilletas suaves y dobladas en forma de cigüeñas, y velas altas y orgullosas, como las piernas largas de un pájaro.
La cigüeña estaba tan hipnotizada por el brillo de las velas que se tardó un poco en darse cuenta lo que el zorro había preparado para cenar. Era una sopa de pescado en platos llanos.
El zorro le dio risa mirar a su amiga tratando de comer su cena sin éxito. Con su hocico pequeño, el zorro fácilmente pudo poner su cara en el plato y se comió la sopa. Pero la cigüeña, un pájaro con pico excepcionalmente largo, apenas pudo mojar la punta de su pico. La sopa se quedó ahí en el plato, sin ser comida.
“¿No te gusta la sopa?”, le preguntó el zorro, felicitándose a sí mismo por hacerle una broma tan chistosa a su amiga.
La cigüeña sabía que el zorro la había engañado, pero no se río. Solamente tenía hambre.
“No es que no me guste la sopa”, contestó la cigüeña. “Solo es que ya es hora de irme a mi casa. Me toca invitarte a cenar la próxima vez”. Y escogieron una fecha en la que el zorro visitaría a la cigüeña.
Unos días después, el zorro llegó a la casa de la cigüeña, emocionado para ver qué había preparado para cenar. Cuando entró a la casa, se dio cuenta qué la cigüeña también había decorado la mesa hermosamente, adornada con flores del bosque. El aroma de algo delicioso llenaba el aire, haciendo la boca del zorro agua.
El zorro se sentó, entusiasmado por ver qué había para cenar. A su sorpresa, la cigüeña salió con dos vasos altos y estrechos, llenos de sopa de vegetales que hervía con un olor delicioso de hierbas y especies. Los ojos del zorro crecieron, dándose cuenta qué los vasos eran demasiado delgados y altos para su hocico corto. Trató y trató de sorber la sopa, pero no pudo.
La cigüeña no pudo contener su risa al predicamento de su amigo. “Ay Dios, zorro, parece que estos vasos son mejores para pájaros con picos largos como el mío”, ella se burló de su amigo.
De repente, el zorro se dio cuenta por qué su broma del otro día no le había dado risa a su amiga. Sus sentimientos estaban lastimados, y aparte de eso tenía mucha hambre. Se sintió avergonzado. Con la cola entre las patas, le dijo a la cigüeña: “Mi querida amiga, supongo que me lo merezco. Lo siento. ¿Me disculpas?”
La cigüeña se río. “¡Claro que sí! Pero en el futuro, recuerda tratar a los demás, como quieras que te traten a ti”. Ella sacó un plato llano para su amigo y le sirvió su sopa.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Gracias por escuchar el zorro y la cigüeña, una fábula tradicional escrita por Esopo, y leída y traducida en español por Lorena Romero. Esta fue una adaptación y grabación de LibraryCall.