El oso y las abejas
Audio Type:
story
Language:
English Title:
The Bear and the Bees
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Duration:
4:07
Transcript:
Este cuento se llama El oso y las abejas, un cuento de Afganistán, escrito por Arezo, traducido por Arezo y Molly Milazzo, y traducido y leído en español por Lorena Romero. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall.
Érase una vez un oso que se despertó de su hibernación con frío y hambre. Quería algo dulce, así que fue directamente a las colmenas.
Cuando llegó, vio que las abejas estaban vendiendo su miel. Las jirafas, las ovejas, los conejos y las vacas esperaban en la fila para comprar el jarabe dorado, pero el oso no tenía ganas de esperar y no quería pagar por la miel. En cambio, cortó al frente de la fila, agarró un tazón de miel grande y empezó a irse.
Las abejas estaban todas alborotadas. Lo siguieron y gritaron: “Señor oso, esa miel no es suya. ¡Tiene que esperar en la fila y pagar, como todos los demás!”.
Para asustar a las abejas, el oso rugió en voz alta: “¡Déjenme en paz! Si vuelven a molestarme, las destruiré a todas ustedes y a sus colmenas. De ahora en adelante, toda la miel es mía, ¿entendido?”
Zumbando con miedo, las abejas regresaron a casa sin la miel que habían trabajado tan duro para producir.
Las abejitas estaban indignadas por la manera injusta en que el oso las había tratado. “¡Castiguemos al oso con nuestros aguijones!”, lloraron. Pero las abejas más viejas dijeron: “Castigarlo de esa manera no va a servir. La piel del oso es tan gruesa y dura que no va a sentir nada.”
Después de deliberar un rato, las abejas se dieron cuenta de que su mejor oportunidad de luchar contra el oso era trabajar en equipo con los animales del bosque. Fueron a pedir ayuda de cada animal, pero nadie quiso. Los animales tenían demasiado miedo de lo que podría hacer el oso.
Las pobres abejas regresaron a casa y secretamente recolectaron la miel de sus colmenas, pensando en la amenaza del oso. No tuvieron el valor de vender su miel por miedo a llamar su atención.
Temprano a la mañana siguiente, cuando los animales del bosque fueron a las colmenas a comprar su néctar favorito, vieron que la miel no estaba en venta. Estaba escondida, en lo profundo de las colmenas. Los animales empezaron a lamentar no haberle ayudado a las abejas.
Después de varios días sin miel, los animales le dijeron a las abejas que finalmente estaban listos para trabajar juntos. Las abejas y sus amigos animales discutieron su plan hasta las altas horas de la noche.
A la mañana siguiente, las abejas volvieron a sacar su miel para vender. Los animales comenzaron formarse, charlando emocionados unos con otros. El Señor Oso escuchó el ruido fuera de su cueva y fue a investigar.
Cuando se dio cuenta de que el ruido venía de las colmenas, comenzó a acercarse más rápido hacia la fila de animales. Pero tan pronto se acercó, sintió que el suelo desaparecía debajo de él y cayó hasta abajo de un hoyo. Cuando golpeó el fondo del agujero, rodó llorando. Se dio cuenta de que los animales le habían cavado una trampa la noche pasada.
Los animales aullaron y celebraron, atrayendo la atención de la gente del pueblo. Los humanos siguieron el ruido de los animales hasta que llegaron al oso en la trampa. Se rascaron la cabeza, preguntándose cómo un oso había terminado en una situación tan desesperada. Decidieron traer el oso a la ciudad y exhibirlo en el zoológico. El oso cruel viviría, pero perdería su libertad.
Cuando se llevaron al oso, los animales celebraron con una fiesta alegre. Para agradecerles a sus amigos, las abejas les regalaron el contenedor más grande de su miel más deliciosa a todos los animales del bosque.
El fin.