Blancanieves
Audio Type:
story
Language:
English Title:
Snow White
Audio File:
Duration:
9:44
Transcript:
Este cuento se llama Blancanieves escrito por Wilhelm y Jacob Grimm. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall.
Érase una vez, una niña nació de un rey y una reina. El cabello de la niña era negro como la obsidiana, mientras que sus mejillas estaban rojas como la sangre y su piel tan blanca como la nieve. Por eso la llamaron Blancanieves. Lamentablemente, la reina murió después de dar a luz a Blancanieves, por lo que la niña nunca conoció a su madre. Un año después, el rey se volvió a casar con una mujer elegante que también estaba orgullosa y celosa. No podía soportar que alguien la superara en belleza. Tenía un espejo mágico, que usaba todos los días para admirar su propia imagen. Ella se miraba al espejo y decía:
“Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?”
Entonces el espejo respondía:
“Tú eres la más hermosa de todas las mujeres.”
La reina quedaba satisfecha porque sabía que su espejo siempre decía la verdad.
Pero a medida que Blancanieves creció, se volvió cada vez más encantadora y hermosa. Cuando tenía siete años, su talento y belleza habían superado a los de su madrastra.
Ahora, cuando la Reina le preguntó a su espejo,
“Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?”
El espejo respondió:
“La más hermosa es ahora Blancanieves.”
La Reina se llenó de ira y ordenó la presencia del cazador. Ella le dijo al cazador: “Lleva a la niña al bosque. No quiero volver a verla nunca más. Debes matarla y traerme su corazón como prueba.”
Con engaños, el cazador obedeció a la Reina. Llevó a Blancanieves al bosque. Pero cuando sacó su cuchillo de caza, ella se echó a llorar.
"¡Por favor, no me mates! ¡Prometo que huiré al bosque salvaje y nunca volveré! "
El cazador, que sabía que la niña era inocente, se compadeció de ella. Dijo, “¡Rápido, pobre muchacha! ¡Vete lejos!" Las bestias salvajes pronto la devorarán, pensó con pesar. En su lugar, mató a un pequeño venado que pasaba por allí para poder entregar su corazón a la Reina.
Encontrándose sola en el bosque oscuro, Blancanieves corrió tan lejos como pudo hasta la llegada del anochecer. Luego se sorprendió al encontrar una pequeña casa en un claro entre algunos árboles altos. Decidió entrar a descansar.
Todo en la casa era pequeño. Había una mesita preparada con siete platos pequeños y siete camas pequeñas colocadas contra las paredes. Como Blancanieves tenía mucha hambre y sed, comió un poco de pan y vegetales de cada plato y bebió un poco de agua de cada taza. Finalmente, se acostó en una de las camitas y se durmió.
Cuando oscureció, los dueños de la casa regresaron. Eran siete enanos que eran mineros y pasaban sus días cavando en las montañas en busca de piedras preciosas. Encendieron sus velas y pronto notaron que sus cosas estaban fuera de lugar.
Uno dijo, "¿Quién ha estado sentado en mi silla?"
Otro dijo, "¿Quién ha estado comiendo de mi plato?"
Y un tercero dijo con asombro, "¿Quién está durmiendo en mi cama?"
Cuando los enanos se acercaron a Blancanieves para verla mejor, no pudieron evitar sentir bondad hacia la niña de aspecto dulce. Decidieron dejarla dormir.
Cuando Blancanieves se despertó a la mañana siguiente, vio a los enanos y se asustó. Pero los enanos fueron muy amables y Blancanieves les contó la historia de cómo había llegado hasta allí. Los enanitos sintieron mucha lástima por ella y se ofrecieron a dejarla quedarse con ellos a cambio de ayudar en la casa mientras ellos estaban trabajando en las minas. Blancanieves aceptó felizmente.
Cada mañana, iban a la montaña y buscaban cobre y oro, dejando a Blancanieves sola en la casa. Los enanos se preocuparon por su seguridad y le advirtieron, “Tu madrastra pronto se dará cuenta de que estás aquí. ¡No dejes entrar a nadie! "
Mientras tanto, la Reina, creyendo que Blancanieves estaba muerta, estaba segura de que ella misma era la más bella de todas. Se paró frente a su espejo y le preguntó:
“Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?”
Y esta vez, el espejo respondió:
“Mi Reina, pensaste que estaba muerta la doncella, pero Blancanieves sigue siendo la más bella.”
La Reina se puso furiosa porque sabía que el espejo no mentía. Ella entendió que el cazador la había engañado, y pronto pensó en un plan para matar a Blancanieves ella misma. "Blancanieves morirá", dijo, "incluso si me cuesta la vida".
La Reina preparó una manzana envenenada. La manzana se veía brillante y tentadora, pero un bocado resultaría mortal. Luego, la Reina se pintó profundas arrugas en el rostro y se vistió como una mujer muy anciana, volviéndose bastante irreconocible. Con este disfraz, se adentró en el bosque hasta la casa de los siete enanos. Cuando llegó a su casa, gritó: "¡Deliciosas manzanas rojas a la venta!"
Blancanieves miró por la ventana y le dijo a la anciana: "Lo siento, pero no debo dejar entrar a nadie".
“No te preocupes, mija. Te daré una por la ventana ”, dijo la anciana.
"Bueno, supongo que estaría bien", dijo Blancanieves, deseando comerse la fruta brillante.
Extendió la mano y tomó la manzana de manos de la anciana. En el momento en que Blancanieves mordió la manzana, cayó desplomada.
Cuando los enanos llegaron a casa esa noche, encontraron a Blancanieves tendida en el suelo y sin respirar. Intentaron revivirla, pero fue inútil; su querida hija estaba muerta. Colocaron a Blancanieves dentro de un ataúd de vidrio transparente con su nombre y título real grabados en oro y dejaron el ataúd en la montaña.
Después de varios días, un príncipe estaba pasando por el bosque cuando vio a la encantadora Blancanieves en su ataúd en la montaña. Leyó lo que estaba grabado en el cristal y les dijo a los enanos: “Esto parece obra de magia oscura. Por favor, déjame hacer lo que pueda para revivir a esta princesa de aspecto amable ".
Los buenos enanos, sabiendo que los príncipes a veces tienen encantamientos mágicos, le permitieron tomar el ataúd y le dijeron, “Favor de cuidarla bien”.
Cuando los hombres del príncipe transportaban a Blancanieves, tropezaron con una piedra y del golpe, salió disparado el bocado de manzana envenenada de la garganta de Blancanieves. En ese momento, Blancanieves abrió los ojos. “¿Qué ha pasado?”, ella preguntó.
El Príncipe estaba lleno de alegría. Le contó a Blancanieves lo que había sucedido y la invitó a regresar a su palacio con él. Varios meses después, su boda se celebró con gran esplendor.
Este cuento fue Blancanieves escrito por Jacob y Wilhelm Grimm. Esta fue una adaptación y grabación de LibraryCall.