Mamá pavo y el zorro

Este cuento se llama Mamá pavo y el zorro por Abbie Phillips Walker. Esta es una adaptación y grabación de LibraryCall. Cada noche, cuando se ponía el sol, Mamá Pavo llevaba a sus pollitos a la rama más alta que podían alcanzar en un viejo manzano. Una vez que estuvieron acurrucados bajo sus alas, los cantó esta canción de cuna: Cierran los ojos, hijos míos; Esconden las cabezas y no hagan pío-píos. Yo estoy vigilando al zorro hambriento, Y les protegeré en su sueño profundo. Mamá Pavo les había contado a sus bebés todo sobre el zorro hambriento que vivía en un agujero al otro lado de la colina. Sabían que al zorro le encantaba comer pollitos de pavo, así que obedecieron a su mamá y se quedaron a su lado. Pero como todos los jóvenes, eran intensamente curiosos. "¿Cómo es el zorro? Quiero verlo", dijo un pollito cuando su madre llegaba al final de su canción. "¿Cómo sabré que es él?" "Oh, lo reconocerás cuando lo veas, mi amor", dijo Mamá Pavo. "¡Tiene una cola larga, una nariz puntiaguda y los dientes más afilados que jamás hayas visto!" Mamá Pavo agitó sus alas al pensar en él. "¿Nos despertarás si viene esta noche?" preguntó otro pollito. "Si viene el zorro, nos oirán hablar", respondió Mamá Pavo. “Él me dirá cosas agradables y parecerá bastante educado. Pero deben saber que el zorro es astuto. No se puede confiar en sus palabras". "Andale", dijo Mamá Pavo, "se hace tarde. Cierren los ojos, mis hijitos". Empieza a cantar otra vez: Cierren los ojos, hijos míos; Escondan las cabezas y no hagan pío-píos. Yo estoy vigilando al zorro hambriento, Y los protegeré en su sueño profundo. * Cuando Mamá Pavo llegó al final de la canción de cuna, los pollitos estaban roncando suavemente. Mamá Pavo estiró las alas, miró a su alrededor en todas direcciones para asegurarse de que estuvieran a salvo y se acomodó para descansar. La luna brillaba intensamente cuando se despertó sobresaltada. ¿Qué fue ese ruido? Miró a su alrededor y vio lo que parecía un gran perro negro caminando lentamente hacia el árbol donde dormían. Cuando la criatura se acercó, Mamá Pavo pudo ver que tenía la cola tupida de un zorro. Comprobó que sus pollitos estuvieran seguros en el nido. Sabía que el zorro hambriento estaba buscando algo para cenar y no le dejaría acercarse a sus pollitos. "Buenas noches, Señor Zorro", dijo Mamá Pavo cuando el zorro se acercó lo suficiente para escucharla. "Pensé que era usted en las sombras. ¡Qué hermosa silueta tiene a la luz de la luna!" El zorro se sorprendió al escuchar a Mamá Pavo hacerle un cumplido. Los pavos generalmente huían cuando lo veían. “Podría ser más fácil engañar a este pavo”, pensó el zorro. El zorro respondió: "Gracias, Sra. Pavo. Usted misma es una imagen de la belleza a la luz de la luna, sentada tan majestuosamente en la rama de ese árbol. Si realmente quiere disfrutar de esta hermosa noche, ¿por qué no baja del árbol y da un paseo por la colina? Desde allí, verá el reflejo de la luna brillando en el estanque ". "Me encantaría verlo", respondió Mamá Pavo, "pero no puedo dejar a mis hijos solos". "Permítame cuidar a los queridos pollitos mientras usted no está", dijo el astuto zorro. “Dígales que bajen del árbol. Si se sientan conmigo, les diré cuentos hasta que usted regrese ". Los pollitos se habían despertado con el sonido de la voz de su madre. Escuchaban atentamente la conversación de su mamá con el zorro. Él parecía tan amable y encantador que se olvidaron de tenerle miedo. Uno de los pollitos picoteó emocionado las plumas de su mamá. "¡Permítanos dejar el nido para escuchar sus cuentos!" "Mi querida señora, sus hijos están ansiosos por escuchar mis cuentos", dijo el zorro. "Por favor, dé un paseo y disfrute de la luz de la luna. Sus hijos estarán bien conmigo". Mamá Pavo le dijo al zorro: "Gracias por tu generosidad. Si mis hijos se sintieran mejor, lo consideraría. Pero han estado enfermos, por lo que se han vuelto huesudos y débiles. Debo asegurarme de que duerman lo suficiente y comer bien." El zorro se sintió decepcionado al escuchar que los pollitos eran sólo piel y huesos. Había estado esperando una cena de pollitos regordetes. En su lugar, decidió intentar comer la mamá. Entonces dijo, "Debe estar muy preocupada, Sra. Pavo. Yo sé exactamente lo que se necesita para restaurar la salud de los bebés. Baje del árbol y se lo susurraré. Si no puede atrapar a los pollitos, intentará comerme a mí, pensó Mamá Pavo. Pero ella era más inteligente que el zorro hambriento. Decidió tenderle una trampa. Ella dijo, "Antes de que baje, por favor camine un poco de un lado a otro para que mis hijos puedan ver la hermosa cola tupida que tiene, Sr. Zorro. Nunca habían visto una cola tan bonita". El zorro estaba muy orgulloso, por lo que comenzó a pavonearse debajo del árbol, mostrando pomposamente su hermosa cola. "Díganle lo maravillosa que es su cola", susurró Mamá Pavo a sus pollitos. "¡Oh, qué cola tan maravillosa!" exclamaron los pollitos. "Ojalá tuviéramos colas tan mullidas, en lugar de estas simples plumas". Mamá Pavo sabía que el zorro estaba disfrutando de la admiración de su familia. Entonces, ella dijo, "Por favor, muéstreles a los pollitos lo bien que puede correr y saltar. ¿Puede saltar a la parte superior de ese barril?" Mamá Pavo sabía que el barril no tenía tapa y que estaba casi lleno de agua fría. El zorro estaba ansioso por demostrar sus habilidades. Se fue corriendo con todas sus fuerzas. Cuando se acercó al barril, saltó en el aire y ... ¡Plas! El zorro cayó al barril de agua. Trató de salir, pero fue inútil; los lados del barril eran demasiado altos. Los pollitos miraban fijamente al barril. El zorro había desaparecido. Mamá Pavo acurrucó sus pollitos debajo de sus alas y comenzó a cantar. Cierran los ojos, hijos míos; Esconden las cabezas y no hagan pío-píos. Yo estoy vigilando al zorro hambriento, Y los protegeré en su sueño profundo. Y en poco tiempo, todo volvió a estar en silencio. Este cuento fue Mamá pavo y el zorro escrito por Abbie Phillips Walker. Esta fue una adaptación y grabación de LibraryCall.